Después de un par de semanas sin parar de escucharlos, este puente de semana santa pasada localicé a una pareja de roqueros solitarios. Nunca hubiera imaginado que podría disfrutar de esta especie que tantas veces he leído sobre ella y me ha llamado tanto la atención, muy esquivos pero leales a sus cantaderos por los que he podido observar, cada mañana a la misma hora sobre la misma piedra y hoy no ha sido menos, el primer dia que es de prueba y con buenos resultados, ahora toca buscar un sitio donde la luz sea buena y cruzar dedos.
La pega esta en el lugar, estos pajaros se sienten atraidos por los cortantes y eso me limita mucho los movimientos, no es cuestión de tener un tropiezo por estos sitios.