El rincón que mi padre y yo hemos construido, y que en posts anteriores os he enseñado comienza a dar sus frutos, lleva recibiendo visitas desde hace unas semanas pero es ahora cuando “ha corrido la voz” y es un constante ir y venir de pequeño y no tan pequeños.
Un bebedero es una de las mejores opciones que tenemos para disfrutar de la fauna salvaje, por ahora tenemos visitas de verdecillos, herrerillos, carboneros, ardillas y mucho más. De hecho decidí poner tierra en la zona final ya que las piedras que puse reflejaban demasiado, esto ha sido una de las mejores decisiones porque una pareja de mirlos esta usando ese barro para construir un nido justo delante del hide, gracias a esto tenemos la entrada cada 2 minutos.
Peleas constantes de pajarillos se suceden en el bebedero, de todas las especies, hoy cuelgo una pequeña muestra por falta de tiempo para revelar, en futuras publicaciones pondré más.